sábado, 17 de marzo de 2012

Capítulo 1 — Comienzos — Parte 1.

¿Sabes lo que es que tu vida cambie por completo? ¿No? Entonces te contaré mi historia. 

Mi nombre es Logan Anderson. 

Antes de empezar, te diré que no comenzaré diciéndote: “Siempre creí que mi vida no era normal…”. Porque en realidad, no sería cierto. Es más, siempre me creí un poco, solo un poco, invisible. Digamos que no era el Don Popular de la clase, ni nada por el estilo. 

En teoría, te hablaré de cómo, de un momento a otro, mi vida da un giro bastante interesante. Podrás creerme, como no, eso depende de ti, aunque es cien por ciento real. Y puede hasta que yo esté en peligro al contarte eso, pero es algo que necesitas saber. 

Por ahora sólo hazte la idea de que te encuentras en la clase de biología. 



Mi mejor amigo de toda la vida, Drew, se sentaba conmigo. Seguramente sabes lo que es un mejor amigo, ¿no? Él y yo somos como hermanos, ya que ninguno de los dos tiene uno biológico. Siempre que comienzan las clases, hacemos hasta lo imposible para poder sentarnos juntos, en las clases de educación física siempre hacíamos equipo, pasábamos casi todos los días en la casa de alguno, en el club o cosas así y nos ayudábamos en todas. 

Por ejemplo, ese día Drew se había olvidado de hacer la tarea de matemáticas, por lo que estaba a toda velocidad copiando de mi carpeta. 

—No lo copies tal cual está —le aconsejé a Drew a susurros—. La profesora no nació ayer. 

—No te preocupes —dijo apenas concentrado en lo que decía mientras que su mano se movía velozmente sobre la hoja. 

Puse los ojos en blanco y seguí escuchando al profesor que hablaba sobre los hongos, micelios, células… No tengo ni idea. 

Cuando me inscribieron en esta institución, hace ya unos ocho años, comencé en primero de primaria. Yo estaba al lado de mi mamá mientras ella me acompañaba hasta la puerta. En eso, ella se encuentra con una señora a la que, por lo que yo creí, ya se conocían antes. Porque se saludaron amistosamente preguntándose cosas como: “¡Cuánto has cambiado!” “¡Hace tanto no nos vemos!”, bla, bla, bla. Al lado de ella había un chico de mi edad, algo más bajo que yo, su cabello era de un color rubio oscuro, ojos celestes y unos pocos dientes torcidos como todos los niños de esa edad. 

Alzó la mano tímidamente hacia a mí con apenas un leve movimiento. Le devolví el saludo con confianza y con eso logré sacarle una sonrisa. 

Mientras nuestras madres seguían parloteando de cosas de viejas, supe que ese chico me caería bien. ¿Cómo lo supe? Ni idea, era pequeño… y sin embargo no me equivoqué. 

Luego de unos días después de haber comenzado las clases, nuestra amistad fue creciendo y la primera vez que le pregunté a mi mamá si podía ir a la casa de Drew hizo unos gestos raros, como de desaprobación, pero hasta ese momento no me había percatado de que a ella no le gustaba que fuésemos tan apegados. 

Sin embargo, nunca le pregunté por qué. Y si es que ella tuviera un problema, lo lamento, pero somos amigos. Sin contar a mi otra amiga, Amy. 

A ella la conocimos al pasar tres años desde que conocí a Drew. 

Era como la chica extraña que no socializaba con las otras niñas. Me sentía mal por ella, porque siempre estaba sola, aunque se nos la pasara mirándonos a mí y a mi amigo, hasta el día que Drew Me pidió que lo acompañara a hablar con ella. Después de eso te haces la idea de qué sucedió. 

Una tarde que me junté con él en su casa me dijo que la había invitado a Amy, por lo que me quejé diciendo cosas como “¡Ella es una chica!” o “Es muy rara…”. Bueno, tenía nueve años, no sabía qué decía. Pero terminamos siendo tres mejores amigos. 

En fin, luego de que el profesor terminara con su muy aburrida clase, sonó el timbre y todos salimos al pasillo que conducía a todas las aulas. Drew y yo nos quedamos a ordenar un poco el desastre provocado ese día, hecho por nosotros, de más está aclarar. Al tirar al cesto de basura gran cantidad de papeles, junto con exámenes desaprobados de otros compañeros nuestros y eso, levantamos las sillas dejándolas descansar sobre las mesas de trabajo y de ahí, nos encaminamos con el resto de los alumnos hacia fuera. Bajamos unas escaleras, porque secundaria está como en el tercer piso, y con “unas” me refiero a cientos, y fuimos a la salida con los demás alumnos. Era viernes, por lo que en el ambiente se sentían suspiros de alivio y de que se iba terminando la época de exámenes y también porque era un día totalmente hermoso; soleado, unas pocas nubes blancas cubrían el cielo celeste y el calor no era sofocante. 

Cuando estábamos por cruzar la puerta de la entrada del colegio, llegó Amy medio corriendo para alcanzarnos cargada de libros que por poco no se le caían. Llevaba la mochila medio que se le caía mientras le colgaba del codo y unos cuantos libros de texto en los brazos. 

—Nunca me vayan a esperar —dijo mientras se soplaba un mechón de cabello negro azabache de la frente cuando nos hubo alcanzado. Cuando un libro, el de italiano, se estuvo por caer, lo tomé en el aire y se lo deposité dentro de la mochila luego de que haya metido un libro. 

—Lo siento —dijimos al unísono. 

—En fin —resopló mientras guardaba la última carpeta en su mochila—. ¿Haremos algo hoy? —Esa pregunta ya era rutinaria, porque siempre nos juntábamos los tres, en mi casa, en lo de Drew o en ocasiones, en la casa de Amy, y aquellas ocasiones eran unas raras ocasiones. Pero nunca discutíamos por ello. 

—Sí —dijo Drew—. ¿Quieren venir a mi casa? —ofreció como si de más estaría preguntar. Drew era un tipo con dinero, así que imagínate su casa y, por si fuera poco, su piscina olímpica. Y ¿qué mejor cosa que hacer, que no sea estar en aguas con hidromasajes junto con tus mejores amigos y ser atendidos por el personal? Además, el calor que está haciendo no ayuda y ya estamos en los últimos días de clases: ¡Urra! 

—Claro —dijo Amy, y yo asentí con la cabeza. No hacía falta preguntar a alguno de mis padres para que me den permiso alguno y, además, hoy no tenía planeado nada para hacer. 

—Bueno, Amy, nosotros nos vamos a educación física. Ven a mi casa como a las 5. 

—De acuerdo, nos vemos —nos saludó Amy. 

—Adiós. 

A Amy la esperaban en un asombroso Mercedes plateado, y dentro, como si fuera poco, un chofer. El calor que sentíamos en ese momento me hacía imaginar lo fresco que debería ser dentro de aquella máquina. Genial. ¿Qué falta? ¿Que baje un helicóptero con bailarinas vestidas de rojo para Drew? No, eso sería demasiado. Pero ahora que lo pienso, nunca he visto a los padres de mi otra ricachona amiga. Ricachona, qué palabra rara pero graciosa. 

Como nosotros hacemos física en un anexo, tenemos que caminar como seis cuadras, pero por suerte no llegamos a hacer ni dos de ellas que un auto hizo sonar la bocina. 

Volteé la mirada y había una muy ostentosa camioneta Ford de color negro. 

El conductor bajó la ventanilla.

18 comentarios:

  1. Sos un genio man! Seguí subiendo los capítulos oh te mato(?) No posta, me re 'enganche' :)

    ResponderEliminar
  2. Está buena la historia, pero tendrías que agregar mas descripciones y otros detalles. No pienses que te estoy bardeando, es para que mejores! aunque escribis muy bien para tener 14 años(leí en TS).

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, sobre las descripciones pienso lo mismo. Pero poco a poco voy a tratar de ir mejorando cada vez más. Muchísimas gracias por tu aporte!

      Eliminar
  3. Seguí subiendo los otros capitulos! me quedó la re intriga jaja

    ResponderEliminar
  4. Me encanta,me quedo con intriga!!:)

    ResponderEliminar
  5. me encanto y si te queda la intriga,¿como seguira?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegro que te haya gustado! Seguí leyendo los demás capítulos!

      Eliminar
  6. Linda historiaa! aunque un poco corta (se me ha acabado rapido e.eU)
    Continuala! :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jaja, sigue con los siguientes capítulos! Fijate en la parte superior debajo del título de la página! :P

      Eliminar
  7. Awn, me encanta <3 Posta, esta bastante bien teniendo en cuenta que tenes catorce años xD Me gusta como escribís, bastante bien en este mundo de gente con faltas horrográficas ~ En fin, me gusta, a ver si algún día podemos ponernos en contacto, ya que también me gusta escribir y... Bueno, eso ~ (?

    Saludos ~

    ResponderEliminar
  8. Recien me engacho con esto, por lo q lei hasta ahora esta muy bueno...

    ResponderEliminar
  9. esta muy bueno, te ''engancha a primera vista'' presentalo a alguna editorial cuando lo termines, tengo una amiga a la q le encanta este tipo de libro
    PD: no lo dejes a medio terminar
    Firma: la come libros anónima

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, siempre tuve curiosidad sobre ese tema de las editoriales y busqué varias veces por internet para al menos saber cómo es la cosa, pero no me termina de cerrar.
      Igual, para eso falta un tiempo. Muchas gracias!

      Eliminar
  10. buen capitulo hombre aunque le falta algunas cosas por p´pulir segui asi nos estamos leyendo jejejjeje

    ResponderEliminar
  11. Un nuevo lector y seguidor compañero.
    Llegué a tu Blog desde el Blog de Kirito :)
    La verdad que es una muy buena introducción.
    Como bien dice la mayoría, "engancha" desde el inicio nomás :)

    Como han dicho algunos, quizás falte pulir un poco más todo lo que es descripción, de aspecto de personajes y demás.

    Excelente.
    Lo seguiré leyendo mañana, ahora me están pidiendo la PC.

    Por mi parte que comencé a escribir lo que sería una serie de Novelas Ligeras, apenas un capítulo he escrito, ya que estuve muy metido leyendo (novelas ligeras) más que escribiendo xD
    Aún no he decidido si al publicaré o no en mi Blog.

    En fin, excelente trabajo, lo seguiré ansioso.

    PD: me encanta tu manera de relatar, sin faltas de ortografía ni nada. Excelente.
    Suerte ;)

    ResponderEliminar