sábado, 31 de marzo de 2012

Capítulo 3 — Mudanza — Parte 1.

Amy iba sentada en el asiento del copiloto y estaba discutiendo con Hank, el chofer. ¿De qué? No preguntes, porque por el vidrio que nos divide no me permitía oír nada.

¿A dónde íbamos? ¿De qué peligro estamos corriendo? O al menos eso es lo que entendí. La limusina tenía mucho espacio, por lo que Drew se pasó a la fila de asientos de en frente y se recostó, no lo noté más raro de lo normal.

Luego de unos minutos —abrán sido unos quince o veinte— miré al techo. Tenía una abertura con un vidrio polarizado de un negro idéntico al interior del vehículo.

Me levanté del asiento, lo abrí y saqué la cabeza. Fuera hacía calor y el sol quemaba mi piel luego de unos segundos de exponerla.

martes, 27 de marzo de 2012

Capítulo 2 — Softbol — Parte 3.

Amy no se movió.

Otro silencio.

—¿Sigues siendo nuestra amiga?

Esa pregunta la tomó desapercibida, por lo que levantó la cabeza, sonrió ampliamente sin despegar los labios y asintió.

Drew también dejó mostrar una sonrisa suya.

Esa pregunta me reconfortó. Saber que Amy seguía de nuestro lado, por así decirlo, era una buena señal.

—Llegamos, señorita —anunció Hank, el chofer.

—¿A dónde llegamos? —me preguntó Drew.

Bajamos del auto.

—¿Mi casa?

domingo, 25 de marzo de 2012

Capítulo 2 — Softbol — Parte 2.

¿Qué hacía ella aquí? ¿Por qué parecía como si estuviera algo asustada o preocupada? No sé muy bien. Pero eso no fue lo más… “raro”, porque alzó su mano en la dirección de Drew y él salió despedido unos tres metros atrás, evitando el golpe que le estaba por asestar a Jake. Todos nos quedamos súper impresionados por lo que acababa de suceder.

Cuando ella estuvo al lado mío me tomó del brazo, cuya parte estaba chamuscada por mi caída, y por cierto, me ardió, pero no dije nada, y me arrastró hasta donde estaba Drew.

—¿Qué…? —comenzó a decir mi amigo medio atontado.

—Cállate —dijo ella mientras lo levantaba apurada.

Logrado eso nos dijo:

—Rápido salgan de aquí, vayan a la entrada y quédense ahí.

—¿Por qué? ¿Qué fue lo que pasó? —preguntaba Drew.

—Sólo háganlo.

miércoles, 21 de marzo de 2012

Capítulo 2 — Softbol — Parte 1.

Mientras que buscaba una posición adecuada para golpear la bola con el bate, sentía como comenzaba a activarme, como cada parte de mi cuerpo respondía rápidamente. Hasta estaba también más pendiente de mis sentidos. Mis manos sujetaron fuertemente el palo, listas para la acción.

El lanzador estaba esperando la señal del profesor.

—Lanza.

Y lo hizo.

Lo extraño fue que en ningún partido me sentía tan… activo. Tan vivo. Sentía la adrenalina en mis venas, era una sensación que parecía casi mortal, se sentía... genial. Tenía muchas ganas de golpear, correr, gritar. Lo cual me ayudó, porque notaba el trayecto de la pelota hacia mí y calculé mi fuerza para hacer un golpe perfecto.

¡CLASH!

lunes, 19 de marzo de 2012

Capítulo 1 — Comienzos — Parte 2.

—¡Hola, cariño! —saludó la mamá de Drew.

—¿Mamá? —preguntó Drew sorprendido y mirando para todos lados rogando que nadie los haya visto.

—¿Quieren que los lleve? —nos preguntó.

Caminar o ir en una fabulosa camioneta con aire acondicionado, y cuando al pasar, causar envidia en los demás…

—¡Claro! —grité y me colé por la puerta antes que Drew.

Al cerrar la puerta sólo se escucha el leve sonido que hace un auto nuevo y en perfecto estado cuando se cierra.

En el interior estaba más que agradable. Cuando me quité de encima mi mochila me acomodé en aquel asombroso asiento. Pero Drew, de lo acostumbrado que está, ya que tiene como diez autos, solamente se limitó a decir:

—¿Qué haces, mamá?

Al parecer se sintió ofendida.

—¿Qué? ¿No puedo ir al encuentro de mi hijo y su mejor amigo?

Él puso los ojos en blanco...

sábado, 17 de marzo de 2012

Capítulo 1 — Comienzos — Parte 1.

¿Sabes lo que es que tu vida cambie por completo? ¿No? Entonces te contaré mi historia. 

Mi nombre es Logan Anderson. 

Antes de empezar, te diré que no comenzaré diciéndote: “Siempre creí que mi vida no era normal…”. Porque en realidad, no sería cierto. Es más, siempre me creí un poco, solo un poco, invisible. Digamos que no era el Don Popular de la clase, ni nada por el estilo. 

En teoría, te hablaré de cómo, de un momento a otro, mi vida da un giro bastante interesante. Podrás creerme, como no, eso depende de ti, aunque es cien por ciento real. Y puede hasta que yo esté en peligro al contarte eso, pero es algo que necesitas saber. 

Por ahora sólo hazte la idea de que te encuentras en la clase de biología.