Antes de poder reaccionar, una de las ventanas delanteras estalló en mil pedazos. Unas piernas entraron seguidas de un torso y luego una cabeza… seguida de unos cuerpos más.
El impacto nos sobresaltó a todos, por supuesto y Jack empezó a ladrar.
Estas personas se acercaron hasta nosotros. Conté cinco personas y dos de ellas eran distinguidamente más altas que el resto. Estas tenían unos ojos de color negro profundo. Seguramente pensarán que es humano, pero hay algo que te da saber que no son tan normales. Tranquilamente podría haberle pedido que se acerque así yo pudiese verle los ojos más detenidamente y notar lo raro, pero no creo que eso haya sido posible.
En fin, estas dos “personitas” altas estaban detrás de los tres primeros. Llevaban ropa oscura y ahora, gracias a la luz, me di cuenta también de que sus rostros carecían de rasgos definidos y su piel era total y absolutamente pálida, tanto que en algunos sectores se notaban venas azules-violetas. De más está decir que iban armados.